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viernes, 5 de abril de 2013

Un Paseo por el Duero

                      Un Paseo por el Duero

El día dos y en buena compañía fuimos a hacer una ruta siguiendo el Duero con su crecido caudal, más pareciera un estreno de cine o teatro por la expectación que hubo en todo el recorrido, eran numerosas las personas que se acercaron a ver el bonito espectáculo que ofrecía el margen del río, desbordado y inundando las orillas llegando en algunos casos a tapar construcciones tanto antiguas como modernas, así como árboles y paseos.
Primero fuimos por Tordesillas Valladolid, pasamos un puente y ya podíamos ver la magnitud del asunto, paramos cerca y vimos un cartel de información de la Senda del Duero, GR 14, etapas 15 y 16. Puente Duero - Tordesillas - Castronuño.

 Este es el puente que pasamos, donde ya se podía ver la crecida del Duero.

 Cartel informativo donde se para va la gente para ver el recorrido.

 Una curiosa fuente con un mapa de cruce de caminos.

Tocón del GR14 etapa  16 Km 0.  

Nos acercamos al puente y pudimos ver que la corriente era bastante fuerte, como se hacían olas y como en un machón del puente se habían quedado varados troncos que se estaban cortando con el propio perfíl del machón, Del medio del puente dentro de las aguas del Duero se adivinaba lo que podía ser una isla inundada en la que se podía ver sobresalir un árbol.

 Se podía ver los remolinos que formaba el agua.
 Además desde esta panorámica se ve la otra orilla como se ha metido hasta las casas.

 Un montón de troncos que se estaban rompiendo por la mitad gracias a la fuerza del agua, estaban encajados en el machón.

 Pienso que no es un sitio muy común el del nacimiento de este árbol en medio del río, así que puedo imaginar que cuando el nivel normal del cauce baje, esto sera una isla.

 Una panorámica del río.

Es una pena pero nos hubiera gustado poder quedarnos más ya que se veían un montón de cosas que hacerles fotos.
Así que seguimos la ruta esta vez camino de Toro.

 Vimos un par de puertas antiguas según entramos en la ciudad y al parar el coche lo primero que vimos fue esta cruz.

 Me llamo la atención la cantidad de puertas que tiene este palacete.

 De frente de la cruz y el palacete estaba esta especie de fortín, sin duda era para defender la ciudad de ataques enemigos.

Dentro se escuchaba una música marchosa, por fuera era evidente la fortaleza del mismo.
Al asomarnos al mirador pudimos ver el gran espectáculo que allí ofrecía el Duero.

 Por esta rampa se podía bajar hacia el río, que pena que por tener tiempo no bajamos.

 Es curioso los diferentes tonos de verdes que se podían ver.

A que parece que el puente Romano no encaja ahí, pues la explicación es que el cauce del río y debido a la erosión del suelo, ya que siempre busca las zonas menos duras del terreno ha cambiado su recorrido, en época de los romanos venia por la izquierda derecho al puente, esa zona que ahora se ve inundada.
Bien de aquí nos fuimos en busca de la última parte del recorrido la capital zamorana.

Al ir hacia la parte antigua de Zamora por el río vimos mucha gente que se acercaba a ver e río con su crecido caudal.


Esta rampa se supone llegaba al paseo que se debía a ver debajo.

 Se supone que donde este árbol inundado se escondía el paseo.

 Nos llamo la atención lo que parece una papelera, casi tapada por el agua.

 Hasta los azulones se acercaron más de la cuenta.

 Por el puente no dejaba de pasar gente y pararse a ver el espectáculo.

 El machón práctica mente estaba tapado y se formaban remolinos.

 En previsión de inundaciones, han subido estos transformadores aún así no le queda mucho.
 Un curioso edificio solo enfrente del río.

Bueno después de Zamora y echándose la noche encima, nos volvimos a nuestro destino, habíamos recorrido tres provincias de Castilla y León y un agradable paseo por el Duero.